Este corto habla de que en la  vida hay situaciones desagradables que no nos gustan, y si nos paramos  para sentirnos desgraciados, no haremos más que prolongar el  sufrimiento. Lo que tenemos que hacer es dejarlo pasar, en este caso  saltando, para que se borre de nuestras preocupaciones, haciendo que  cuando esto nos vuelva a suceder nos lo tomemos como algo normal, de lo  cual podemos salir, lo que sabemos gracias a nuestra propia experiencia
 (de un mundo de cine)
Este otro corto en sí, es bastante gracioso y nos parodia la sociedad de la  electrónica y de los mil botones, en la cual acabamos por no saber para  que funciona ninguno de ellos, produciendo de esta manera situaciones  bastante cómicas, como sucede en este corto.