La celebración navideña de Santa Lucía tiene lugar cada 13 de diciembre en Suecia
Ese día miles de Santa Lucia en forma de doncellas ataviadas con túnicas blancas, sujetando
un candelabro y luciendo en sus cabezas una corona de velas iluminan el
invierno sueco.Procesión de Lucía
Se las conoce como "Lucía" y van encabezando una procesión de damiselas y "chicos estrella": también ataviados con largas túnicas blancas y capirotes adornados con estrellas doradas. Cerrando la procesión van unos niños disfrazados de duendecillos.Nos quedaríamos cortos si tan sólo describiésemos la escena como encantadora, ya que resulta apasionante escuchar a estos niños cantar villancicos tradicionales en completa oscuridad y ver después acercarse paulatinamente la luz de sus velas. Lucía y sus doncellas reparten a su paso bollos de azafrán llamados lussekatter y pepparkakor, galletas de jengibre, a la muchedumbre allí congregada. Es una escena realmente conmovedora con un auténtico espíritu navideño.
Esta tradición de 400 años de antigüedad suele tener como escenario iglesias, escuelas, hospitales y lugares de trabajo de todo el país, y tal es su importancia que la Navidad en Suecia no sería lo mismo sin esta ceremonia.
Orígenes de la tradición de Lucía
Esta celebración de la luz marca el punto intermedio en el calendario de las cuatro semanas de adviento y la mayoría de los hogares suecos marcan la ocasión encendiendo una vela por cada una de dichas semanas. De igual manera, como sucede en la mayoría de países europeos, la primera semana de adviento es cuando los suecos ponen sus decoraciones y adornos de Navidad. También es durante dicho periodo cuando los pueblos y ciudades de Suecia se engalanan con sus preparativos navideños más exquisitos y las calles rebosan de luces aguardando la Navidad.En realidad, Lucía era una santa procedente de la ciudad italiana de Siracusa y existen numerosas versiones acerca de la historia de su vida y de cómo la tradición llegó a Suecia. Lo que sí tenemos por cierto es que fue la clase alta de la sociedad sueca quien se apropió de la tradición, haciendo que la mayor de sus hijas desempeñara el papel de Lucía y sirviera el desayuno a sus padres en la cama la mañana del 13 de diciembre. Esta solía ser la costumbre aproximadamente a mediados del siglo XVIII. No obstante, Lucía no acabó de calar realmente en Suecia hasta el siglo XX, cuando en 1927 un periódico de Estocolmo decidió celebrar el primer concurso de Lucías en el que los lectores podían votar a su propia Lucía.
Si por casualidad te encuentras en Suecia sobre esas fechas, procura no perderte a Lucía, la doncella con luz en sus cabellos.