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Viajamos a Japón... sin movernos de casa

Descubre Japón y disfrútalo en familia.
Hoy viajaremos a Japón, un país al este de Asia donde las tradiciones, la cultura pop, la gastronomía y el anime han traspasado fronteras. ¿Quieres saber cómo acercarte a su cultura sin moverte de casa? ¡Aquí te dejamos varias propuestas para pasar un día en el mismísimo Japón!

Podemos recrear un salón como los de las casas tradicionales japonesas haciendo unos sencillos cambios. Si en casa no tenemos suelo de madera, podemos utilizar alfombras o mantas que harán las veces de tatami.
Al entrar a nuestro salón deberemos dejar fuera los zapatos. Para los japoneses los zapatos llevan a la casa las malas vibraciones del exterior. Podemos caminar descalzos o utilizar sandalias.
Podemos completar el escenario con una planta o, si nos animamos, podemos pintar un cuadro de flores pimaverales o hacer figuritas de origami. La única condición es que solo podemos usar papel y nuestras manos. 

EQUIPO: LAS GRULLAS DE AYER NOS VAN A SERVIR.

Subiremos bien las persianas para que entre luz y pondremos un poco de música tradicional japonesa para ambientar.

 

Batas y albornoces nos servirán para simular un kimono. Y, los más atrevidos, pueden utilizar sábanas y convertirse en luchadores de sumo, el deporte nacional.

Al pensar en la gastronomía japonesa se nos viene a la cabeza el sushi. Esta comida es una de las que han traspasado las fronteras y que más fácilmente podemos encontrar en restaurantes. Sin embargo, su elaboración e ingredientes no son tan sencillos de encontrar en nuestra alacena. Por eso os proponemos una forma diferente de hacer el plato estrella japonés: ¡pastel de sushi!
Podemos prepararlo con los ingredientes que tengamos en casa, como más nos guste, y podemos demostrar la habilidad con los palillos al comer. Aquí os dejamos una sencilla receta para preparar pastel de sushi.

 

¿Y si preparamos una sesión de cine en nuestro propio salón? Cada miembro de la familia puede encargarse de una tarea para que la tarde de cine sea perfecta.
Podemos hacer con papel y colores las entradas de cine y repartir una a cada uno. No podemos olvidarnos de poner el título de la peli, el día y la hora.
Palomitas, pipas, frutos secos, crudités de verduras con salsa... todo vale para amenizar la velada de cine.
El acomodador se puede encargar de preparar el salón, organizar los sitios y bajar las luces. Incluso podemos invitar (de forma virtual) a amigos y familiares para que vean la peli al tiempo que nosotros y comentarla después del visionado.
¿Lo tenemos todo? Pues a silenciar el móvil y a disfrutar en familia de pelis ambientadas en Japón.

Mi vecino Totoro (a partir de 5 años)
Cuenta la historia de una familia japonesa que se traslada  a vivir al campo. Las dos hijas, Satsuki y Mei, entablan amistad con Totoro, un espíritu del bosque. El padre es un profesor universitario que estimula la imaginación de sus hijas relatándoles fábulas e historias mágicas sobre duendes, fantasmas y espíritus protectores de los hogares. Es un relato sobre el valor de la imaginación en la infancia.
Cars 2 (a partir de 5 años)
Aunque esta película no es japonesa, buena parte de ella está ambientada en Tokio. Podremos reconocer los paisajes y monumentos más famosos de la capital de Japón mientras nos divertimos de las locas aventuras de Rayo McQueen y sus amigos en el primer Campeonato Mundial del coche más rápido del planeta.
Your Name (a partir de 13 años)
Taki y Mitsuha descubren un día que durante el sueño sus cuerpos se intercambian, y comienzan a comunicarse por medio de notas. A medida que consiguen superar torpemente un reto tras otro, se va creando entre los dos un vínculo que poco a poco se convierte en algo más romántico. Una película que trata el tema de amor adolescente en Japón.
El viaje de Chihiro (a partir de 15 años)
Cuenta la historia de Chihiro, una niña de diez años que viaja en coche con sus padres. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, solo para los dioses de primera y segunda clase. Cuando descubre que sus padres han sido convertidos en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada. Tendrá que superar muchas dificultades para volver a su mundo y liberar a sus padres.