domingo, 21 de junio de 2020

21 DE JUNIO: SOLSTICIO DE VERANO EN EL HEMISFERIO NORTE

Solsticio de verano: llega el día más largo del año

A las 23:44 horas se acaba la primavera para dar paso a la nueva estación que durará hasta el 22 de septiembre

Solsticio de verano: llega el día más largo del año

Hoy comienza el verano. Concretamente lo hará a las 23:44, hora oficial peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. La nueva estación durará 93 días y 15 horas, hasta que el 22 de septiembre dé paso al otoño.

El inicio del verano viene marcado por el solsticio, que conlleva que hoy sea el día más largo del año con unas 15 horas de luz. El solsticio realmente supone un instante, no una jornada entera. De ahí que se fije una hora para el comienzo de la estación. “Es un momento exacto, igual que los equinoccios. Ocurre cuando el Sol se encuentra en declinación máxima respecto al ecuador terrestre”
En el solsticio de verano la Tierra se encuentra en el punto de su órbita más alejado al Sol
En el solsticio de verano la Tierra se encuentra en el punto de su órbita más alejado al Sol (NASA/Genna Duberstein)

Es decir, se trata del punto de la órbita de la Tierra en su recorrido alrededor de nuestra estrella en el que el Sol queda más enfrentado a nuestro hemisferio, por lo que sus rayos incidirán de forma más directa. Esto se traduce en un movimiento aparente del Sol hacia su punto más al norte en la bóveda celeste. Tras ese momento “reinicia su recorrido” hacia el sur. De ahí el origen etimológico de la palabra, que viene del latín solstitium (sol sistere), que significa “Sol quieto”: parece que el astro se queda quieto para luego volver a bajar en el cielo.

Por ello, como supone un instante en el movimiento de translación de la Tierra, y esta no se para, el inicio del verano es sinónimo de la progresiva disminución de la cantidad de horas de luz diarias. El otro solsticio del año, el de invierno, supondrá el culmen del proceso. A partir de ese momento se invertirán las tornas y las horas de luz comenzarán a aumentar hasta el siguiente verano.

El fenómeno de hoy, así como los equinoccios y las estaciones, ocurren gracias a que el eje en el que nuestro planeta gira sobre sí mismo como si fuera una peonza se encuentra inclinado 23,5º respecto a la órbita. Si no fuera así, los rayos solares incidirían siempre de la misma manera y el clima no presentaría estos cambios.

La explicación de las variaciones estacionales no es, por tanto, lo cerca que estemos del Sol: la órbita de la Tierra no es lo suficientemente elíptica como para explicar las diferencias. De hecho, en el verano del hemisferio norte el planeta se encuentra más alejado de la estrella.

Pero que el recorrido de la Tierra alrededor del Sol forme una elipse y no un círculo sí explica la diferente duración de las estaciones. A partir de esta noche comenzará la estación más larga del año. A los prácticamente 94 días del verano los siguen los 92 días y 18 horas de la primavera, tras la cual se sitúa el otoño con 89 días y 20 horas. El invierno cierra la lista con sus 88 días y 23 horas.

La calidez y el tiempo de ocio que trae consigo el verano anima a disfrutar más las noches a pesar de que estas sean más cortas. También en términos astronómicos. La nueva estación acogerá en julio un eclipse penumbral de luna o dejará presenciar en agosto la famosa lluvia de estrellas de las Perseidas.

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